El Arte de Orar, Amar y Servir al estilo de Jesús

ORIENTACIONES PARA EL PROMOTOR

 

“Señor, tú sabes que yo no sé orar, y entonces,

¿cómo puedo hablar de oración a los demás?

¿Cómo les puedo enseñar a otros algo sobre la oración?

Solamente tú, Señor, sabes orar…” (Cardenal Carlo María Martini, S.J.)

 

1. ¿A quiénes está dirigido el curso de oración?

 

A personas que van a realizar los “Ejercicios Espirituales Personalizados” (EEP).

 

Gracias al P. Pedro Arrupe, S.J., quien promovió en la década del 70 hacer los Ejercicios de San Ignacio en la forma original, es decir, con un Acompañante, pueden acudir al aprendizaje de la oración siguiendo las indicaciones de nuestra propuesta. Irían mucho mejor preparados; se caracteriza por la sencillez y la metodología.

 

Iniciamos la experiencia en Colombia en el año 1981. Hasta el año 2020 se han atendido, con la gracia del Señor, a 135 grupos.

 

A quienes promueven cursos de oración.

 

Existen parroquias abiertas a nuevas actividades espirituales. Con el aval del párroco, se promueve el curso en carteleras y se hace la invitación al finalizar la Eucaristía. Las reuniones son semanales, en el horario que mejor se ajuste a las personas interesadas.

 

La reunión se puede ambientar con algún canto al inicio y se motiva cada Entrega. Se reparte una por reunión, se dialoga sobre ella y en los veinte minutos finales, se invita a hacer una oración comunitaria, siguiendo las sugerencias que aparecen en el Anexo en la cual se ofrecen innumerables formas o modelos de oración comunitaria.

 

A grupos con la aplicación

 

Fue muy significativo que en la pandemia 2020, al tener la imposibilidad de reunirse físicamente, se pudo ofrecer el curso en forma virtual con gran aceptación, y estupendos resultados.

 

Mientras se va dando la explicación se da la oportunidad de la participación de los asistentes. Es aconsejable hacerlo cada ocho días, en un horario asequible a todos. Una vez finalizado el curso, se invita a realizar los “EEonline”.

 

A Pastoralistas que inician un retiro espiritual de tres o cuatro días.

 

La propuesta la pueden utilizar aquellos que tienen vocación de dirigir convivencias, cursillos, retiros en las parroquias, colegios y universidades y encuentran personas interesadas en aprender a orar.

Deben disponer de tiempo para atender a cada persona que desee iniciarse en la oración. Los encuentros periódicos son indispensables, porque, además del diálogo espiritual que se establece, son los momentos en los cuales se van repartiendo las Entregas según el proceso de cada uno. Además, se crea la expectativa, factor pedagógico.

 

Alternativas para proporcionar a los participantes las Entregas:

 

Para preparar el retiro de varios días, un mes antes, en la ambientación de la experiencia, se debe hacer una reunión proporcionando la Entrega 1, con el tema, “Imágenes Distorsionadas de Dios”, para que hagan el trabajo asignado.

  • Si se ve oportuno, quince días antes del retiro se les facilita la Entrega No. 2 “Cambio de época y Crisis religiosa”, tema que explica aspectos importantes que se deben tener en cuenta, en momentos especiales como el que vivimos en estos momentos.

 

Una vez clarificados los temas anteriores se puede iniciar el retiro espiritual con las Entregas 3 y 4, “Espiritualidad vs Religión” y la “Presentación de Jesús”. El tiempo destinado para comentarlas y aplicarlas, depende de la metodología asumida. El objetivo de cada una de ellas, está en el índice.

 

Una vez terminado el retiro se forma un ambiente positivo en los asistentes, pero poco a poco va decayendo el ánimo. Entonces, después de reposar la experiencia, se ofrece las siguientes Entregas.

 

A personas que desean tomar decisiones con su estado de vida o su profesión.

 

También será de utilidad a aquellas personas que quieren definir su profesión, su estado de vida, en el matrimonio, en la vida religiosa o de soltería. Y para quienes se han definido, encontrarán la opción de realizar su Reforma de vida, y así mejorar el crecimiento integral en bien de su entorno.

 

Hemos elaborado la nueva propuesta llamada: “EEonline”. Aparece en el link:

www.diosconsentido.com

 

El procedimiento para realizar la propuesta es el siguiente:

  • Iniciar el proceso con el aprendizaje de “El Arte de orar, amar y servir al estilo de Jesús”. Se elaboraron 15 Entregas o cartillas, con el fin de que la persona que entra en el proceso, aprenda a orar al estilo de Jesús. Hay una Entrega especial para el Promotor de la experiencia, en la cual se explica la metodología.
  • Una vez culminado el aprendizaje de “El Arte de orar, amar y servir al estilo de Jesús”, se inician los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, con el sistema virtual, “EEonline”. Se elaboraron ocho unidades con sus correspondientes capítulos.
  • También pueden realizar “los Ejercicios Espirituales Personalizados” (EEP).

 

A personas que desean colaborar con la Primera Preferencia Universal de la Compañía de Jesús en los próximos años.

 

El Papa Francisco es muy claro cuando afirma que, de las cuatro Preferencias, la primera, “Abrir caminos hacia Dios, a través de los Ejercicios Espirituales y el Discernimiento”, es fundamental. Dice en su carta aprobatoria que “Sin esta actitud orante lo otro no funciona”.

Por lo tanto, realizar el curso de “El arte de orar, amar y servir al estilo de Jesús” es una oportunidad para prepararse a realizar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio en forma personalizada y así aprender a tomar las mejores decisiones a través del discernimiento.

 

Se pueden utilizar las “Entregas” aleatoriamente

 

Si el Acompañante Espiritual conoce de antemano todas las “Entregas”, él verá, según su carisma catequético, cómo repartirlas y motivarlas, en qué orden y a quién. Por ejemplo, quiere dar una explicación didáctica sobre la Eucaristía, entonces, puede acudir a la Entrega No. 14; desea profundizar sobre cómo se puede presentar a Jesús, entonces las Entregas No. 3 y 4 serían las adecuadas. Y así con las demás.

 

2. Importancia del Acompañante Espiritual

 

La presencia del Acompañante es vital. Como bien lo dice su nombre, no es ni un director, ni un asesor, ni un confesor, ni un psicólogo. Es una persona que ha sido acompañada, ha experimentado la forma como la gracia del Señor la ha conducido en la vida y está preparada para acompañar. No es alguien que impone, exige y vigila, sino un compañero que está al tanto de la obra buena que Dios realiza en las almas generosas. Su actitud es la de saber escuchar y clarificar el proceso que va observando. Así se evitan subjetivismos y engaños que el ego-centrismo va colocando sutilmente en las personas que quieren seguir más de cerca al Señor. Es conveniente que el Acompañante, por tanto, conozca bien las Entregas.

 

El propósito de los encuentros con el Acompañante no es investigar todo lo que le ha pasado en la vida al acompañado sino escuchar cómo le va en las oraciones, animar a superar las dificultades, a orientar en la continuación de éste maravilloso arte de la Oración. Debe ser muy respetuoso y no preguntará otros aspectos de la vida si él no se los dice. Actualmente se insiste en los “Límites Profesionales”. En casos delicados, a nivel afectivo o sexual, es necesario remitir al ejercitante a un especialista competente y que crea, por lo menos, en un ser superior.

 

Es contraproducente ofrecer las Entregas a personas que no están acostumbradas a tener ratos de reflexión. No encontrarán sentido a las primeras exigencias y en vez de asumirlas como sugerencias, las toman como reglamento. Suelo decir que “Lo íntimo se motiva, pero no se obliga”.

 

3. El Anexo

 

Después de la ENTREGA 15 ofrecemos tanto al promotor de la experiencia del “Arte de orar, amar y servir al estilo de Jesús”, como a la persona que ha terminado el curso, 37 sugerencias para que dirijan las oraciones comunitarias. Consideramos que ya tienen la suficiente preparación para dirigirlas.

 

Creemos que es una respuesta eficaz al momento histórico en el cual nos encontramos, donde “Se cerraron los templos, pero se abrieron las Iglesias”, entendiendo como Iglesia, las comunidades y las familias abiertas al “Acto Creador de Amor Continuo” (P. Gustavo Baena, S.J.). Así se inició el cristianismo.