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Capítulo 18. Navidad es experimentar al Dios-niño presente en tu corazón

Con un saludo navideño, te recuerdo que hay tres cosas que no tienen retorno: "La palabra dicha, la flecha lanzada y la oportunidad perdida". 

 

El Señor, te da la oportunidad de celebrar esta Navidad en el contexto del "re-nacer de nuevo" como hizo el inquieto Nicodemo quien cronológicamente era un adulto ilustrado de la época, pertenecía  al Sanedrín (Cf. Juan 3,1-8) y quería conocer a Jesús; creyó en él y después  de morir su amigo en la cruz, lo enterró dignamente (Cf. Juan 19,39).  

Tienes la oportunidad, como Nicodemo, de acercarte al pesebre y contemplar una de las máximas características del Dios revelado en Jesús, la sencillez; valor indispensable para experimentar el misterio del amor verdadero para el cual estás diseñado y así ser plenamente feliz en el contexto de las bienaventuranzas. 

 

Además de rezar durante la novena y ver el pesebre que ha hecho tu familia o tus amigos, puedes contemplar, en silencio, el "Pesebre" de tu corazón, con el fin de limpiarlo y ordenarlo de acuerdo a tus principios y valores éticos. Tendrás mucha paz interior. Si quieres contempla el "Pesebre Eucarístico", en el cual se da un proceso de transformación de lo vulnerable y pasajero (pan-vino) en lo eterno, Cristo; lo material, en espiritual; lo egocéntrico, en verdadero amor. 

 

 

Te recomiendo que mires este video navideño, y continúes con tu proceso en la Espiritualidad Ignaciana.


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